La crisis del imperio romano.

EL IMPERIO ESTÁ EN CRISIS.

A partir del siglo III d.C., cesaron las conquistas y el Imperio tuvo que enfrentarse a una serie de problemas. Las fronteras se volvieron inseguras por los ataques de los pueblos germánicos. La autoridad imperial se debilitó y fueron frecuentes las revueltas. Los jefes militares fueron aumentando su poder y el ejército se convirtió en la única autoridad de provincias. A estos problemas se le unieron los económicos. La falta de esclavos, al acabarse las conquistas, provocó un descenso de la producción agrícola y minera; además, los ataques bárbaros cortaron las vías de comunicación. El comercio y la artesanía se estancaron y la población se empobreció.

LA DIVISIÓN DEL IMPERIO.

En el año 395, para facilitar su defensa, el emperador Teodosio dividió el Imperio entre sus dos hijos, Arcadio y Honorio. Así quedaron separados el Imperio romano de Occidente y el Imperio romano de Oriente. El Imperio de Oriente era más rico y poblado. El emperador supo mantener su autoridad y defender las fronteras contra los bárbaros, el Imperio sobrevivió. En Occidente, la decisión de Teodosio fue insuficiente para salvar el Imperio.

EL CRISTIANISMO, RELIGIÓN OFICIAL.

Constantino era un general que luchaba para convertirse en emperador. En el 312 fue nombredo emperador. En el año 313, Constantino autorizó el cristianismo, acabó con las persecuciones y él mismo se convirtió. El emperador Teodosio hizo del cristianismo la religión oficial del Imperio. Con el tiempo el cristianismo se expandió por todo el Imperio.

EL FIN DEL IMPERIO DE OCCIDENTE.

A principios del siglo V, los pueblos germánicos traspasaron las fronteras y entraron en el Imperio Occidental, empujados por los hunos. Los puebos invasores (suevos, vándalos, alanos, visigodos, etc...) se fueron instalando en las tierras de Occidente y creaon reinos independientes. En Europa, se iniciaron nuevos tiempos. Los historiadores hablan del fin de la Antigüedad y del inicio de La Edad Media.